El Papa: “Una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir. La realidad debe ser afrontada y junto con Jesús podemos hacerlo bien”

El Papa: “Una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir. La realidad debe ser afrontada y junto con Jesús podemos hacerlo bien”

(Ciudad del Vaticano, 25 Jun. 2025). “Una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir: la realidad nos parece demasiado compleja, pesada, difícil de afrontar. Y entonces nos apagamos, nos adormecemos, con la ilusión de que al despertarnos las cosas serán diferentes. Pero la realidad debe ser afrontada y junto con Jesús podemos hacerlo bien”, indicó el Papa León XIV esta mañana durante la audiencia general.

“Me parece que estas situaciones puedan cotejarse con un pasaje del Evangelio de Marcos, donde se entrelazan dos historias: aquella de una niña de doce años, que yace en su lecho enferma a punto de morir; y aquella de una mujer, que, precisamente desde hace doce años, tiene perdidas de sangre y busca a Jesús para sanarse”, dijo el Papa, quien resaltó que “alrededor de Jesús había una muchedumbre, muchas personas lo tocaban, pero a ellos no les pasó nada”, mientras que “cuando esta mujer toca a Jesús, se sana”.

“Quizás también hoy tantas personas se acercan a Jesús de manera superficial, sin creer de verdad en su potencia”, observó León XIV, quien luego habló de la segunda historia narrada en el pasaje del Evangelio, destacando que el padre de la muchacha “no se queda en casa lamentándose por la enfermedad de la hija, sino que sale y pide ayuda”, y “cuando vienen a decirle que su hija ha muerto y es inútil disturbar al Maestro, él sigue teniendo fe y continúa esperando”.

“Jesús, luego de haber resucitado a la niña, dice a los padres que le den de comer”, recordó el Papa, quien subrayó que “esta es otra señal muy concreta de la cercanía de Jesús a nuestra humanidad”, y resaltó que “podemos también entenderlo en un sentido más profundo y preguntarnos: ¿Cuando nuestros muchachos se encuentran en crisis y tienen necesidad de nutrición espiritual, sabemos dársela? ¿Y cómo podemos hacerlo si nosotros mismos no nos nutrimos del Evangelio?”.

“Queridos hermanos y hermanas, en la vida hay momentos de desilusión y de desánimo, y existe también la experiencia de la muerte. Aprendamos de aquella mujer y de aquel padre: vamos hacia Jesús. Él puede sanarnos, puede hacernos renacer. ¡Jesús es nuestra esperanza!”, concluyó León XIV.

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