El Papa: “Hoy la violencia de la guerra parece abatirse sobre los territorios del Oriente cristiano con una vehemencia diabólica nunca antes vista”

El Papa: “Hoy la violencia de la guerra parece abatirse sobre los territorios del Oriente cristiano con una vehemencia diabólica nunca antes vista”

(Ciudad del Vaticano, 26 Jun. 2025). “Hoy la violencia de la guerra parece abatirse sobre los territorios del Oriente cristiano con una vehemencia diabólica nunca antes vista. Su sesión anual también se ha visto afectada por la ausencia física de quienes deberían haber venido de Tierra Santa, pero no han podido emprender el viaje. El corazón sangra al pensar en Ucrania, en la trágica e inhumana situación de Gaza y en Oriente Medio, devastado por la propagación de la guerra. Todos nosotros, la humanidad, estamos llamados a evaluar las causas de estos conflictos, a verificar aquellas verdaderas y a tratar de superarlas, y a rechazar las falsas, fruto de simulaciones emocionales y de retórica, desenmascarándolas con decisión. La gente no puede morir a causa de las noticias falsas”, señaló el Papa León XIV en su discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales (R.O.A.C.O.), a quienes recibió esta mañana en audiencia.

“Es verdaderamente triste asistir hoy en día en tantos contextos a la imposición de la ley del más fuerte, en virtud de la cual se legitiman los propios intereses. Es desolador ver que la fuerza del derecho internacional y del derecho humanitario ya no parece obligar, sustituida por el supuesto derecho a obligar a los demás con la fuerza. Esto es indigno del ser humano, es vergonzoso para la humanidad y para los responsables de las naciones. ¿Cómo se puede creer, después de siglos de historia, que las acciones bélicas traen la paz y no se vuelven contra quienes las han llevado a cabo? ¿Cómo se puede pensar en sentar las bases del mañana sin cohesión, sin una visión de conjunto animada por el bien común? ¿Cómo se puede seguir traicionando los deseos de paz de los pueblos con la falsa propaganda del rearme, en la vana ilusión de que la supremacía resuelve los problemas en lugar de alimentar el odio y la venganza?”, preguntó el Papa, quien observó que “la gente es cada vez más consciente de la cantidad de dinero que va a parar a los bolsillos de los mercaderes de la muerte y con el que se podrían construir hospitales y escuelas; ¡y en cambio se destruyen los que ya están construidos!”.

“Y me pregunto: como cristianos, además de indignarnos, alzar la voz y arremangarnos para ser constructores de paz y favorecer el diálogo, ¿qué podemos hacer? Creo que, ante todo, es necesario rezar de verdad. Depende de ustedes convertir cada noticia trágica y cada imagen que les impacta en un grito de intercesión a Dios. Y luego ayudar, como ustedes hacen y como muchos hacen y pueden hacer a través de ustedes. Pero hay más, y lo digo pensando especialmente en el Oriente cristiano: está el testimonio. Es la llamada a permanecer fieles a Jesús, sin enredarse en los tentáculos del poder. Es imitar a Cristo, que venció al mal amando desde la cruz, mostrando una forma de reinar diferente a la de Herodes y Pilato: uno, por miedo a ser destronado, mató a los niños, que hoy no dejan de ser destrozados por las bombas; el otro se lavó las manos, como corremos el riesgo de hacer cada día hasta llegar al umbral de lo irreparable. Miremos a Jesús, que nos llama a sanar las heridas de la historia con la sola mansedumbre de su cruz gloriosa, de la que brotan la fuerza del perdón, la esperanza de volver a empezar, el deber de permanecer honestos y transparentes en el mar de la corrupción. Sigamos a Cristo, que liberó los corazones del odio, y demos ejemplo para salir de la lógica de la división y la represalia”, exhortó León XIV.

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