El Papa: “Que la Iglesia sea esa casa en la que siempre se es bienvenido, donde los puestos no se conquistan y donde Jesús puede tomar todavía la Palabra”

El Papa: “Que la Iglesia sea esa casa en la que siempre se es bienvenido, donde los puestos no se conquistan y donde Jesús puede tomar todavía la Palabra”

(Ciudad del Vaticano, 31 Ago. 2025). “Sentarse a la mesa juntos, especialmente en los días de descanso y de fiesta, es un signo de paz y de comunión en todas las culturas. En el Evangelio de este domingo, Jesús es invitado a comer por uno de los jefes de los fariseos. Tener invitados ensancha el espacio del corazón, y hacerse huésped exige la humildad de entrar en el mundo del otro. Una cultura del encuentro se nutre de estos gestos que acercan”, indicó el Papa León XIV este mediodía en su meditación previa al Angelus.

“Encontrarse no siempre es fácil. El evangelista señala que los comensales ‘observaban’ a Jesús y, en general, Él era mirado con cierta desconfianza por los intérpretes más rigurosos de la tradición. Sin embargo, el encuentro es posible porque Jesús se hace realmente cercano, no permanece ajeno a la situación. Se hace huésped de verdad, con respeto y autenticidad. Renuncia a esos buenos modales que son sólo formalidades que eluden comprometerse recíprocamente. Así, con su estilo, mediante una parábola, describe lo que ve e invita a pensar a quienes lo observan. De hecho, Él se había percatado de una carrera por ocupar los primeros lugares”, recordó el Papa, quien observó que “esto sucede también hoy, no tanto en la familia, sino en las ocasiones en que importa, ‘hacerse notar’”, y “entonces, el estar juntos se transforma en una competición”.

“Hermanas y hermanos, sentarnos juntos en torno a la mesa eucarística, en el día del Señor, significa también para nosotros darle a Jesús la palabra. Él se hace nuestro huésped y puede describir cómo nos ve. Es muy importante vernos a través de su mirada, repensar cómo muchas veces reducimos la vida a una competición, cómo perdemos la compostura con tal de obtener algún reconocimiento, cómo nos comparamos inútilmente unos con otros. Detenernos a reflexionar, dejarnos sacudir por una Palabra que cuestiona las prioridades que ocupan nuestro corazón, es una experiencia de libertad. Jesús nos llama a la libertad”, recalcó León XIV, quien explicó que “el Evangelio usa la palabra ‘humildad’ para describir la forma plena de la libertad”.

“Queridos amigos, pidamos hoy que la Iglesia sea para todos un taller de humildad, es decir, esa casa en la que siempre se es bienvenido, donde los puestos no se conquistan, donde Jesús puede tomar todavía la Palabra y educarnos en su humildad y en su libertad. María, a quien ahora invocamos, es verdaderamente la Madre de esta casa”, concluyó el Papa.

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