El Papa: “Del seno de las familias nace el futuro de los pueblos. El matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer”

El Papa: “Del seno de las familias nace el futuro de los pueblos. El matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer”

(Ciudad del Vaticano, 1 Jun. 2025). “Hemos recibido la vida antes incluso de haberla deseado. Como enseñaba el Papa Francisco: ‘Todos los hombres somos hijos, pero ninguno de nosotros eligió nacer’. Y no sólo eso. Apenas nacemos, necesitamos de los demás para vivir; solos no lo hubiéramos logrado. Se lo debemos a alguien más, que nos salvó, se hizo cargo de nosotros, de nuestro cuerpo y también de nuestro espíritu. Todos nosotros vivimos gracias a una relación, es decir, a un vínculo libre y liberador de humanidad y cuidado mutuo”, resaltó el Papa León XIV en su homilía durante la Santa Misa que presidió esta mañana en la Plaza de San Pedro, con ocasión del Jubileo de las Familias, de los Niños, de los Abuelos y de los Mayores.

“Es cierto que, a veces, esta humanidad se ve traicionada. Por ejemplo, cuando se invoca la libertad no para dar vida, sino para quitarla; no para proteger, sino para herir. Sin embargo, incluso frente al mal que divide y mata, Jesús sigue orando al Padre por nosotros, y su oración actúa como un bálsamo sobre nuestras heridas, convirtiéndose en anuncio de perdón y reconciliación para todos. Esa oración del Señor da sentido pleno a los momentos luminosos de nuestro amor mutuo como padres, abuelos, hijos e hijas. Y esto es lo que queremos anunciar al mundo: estamos aquí para ser ‘uno’ tal y como el Señor quiere que seamos ‘uno’, en nuestras familias y en los lugares donde vivimos, trabajamos y estudiamos: distintos, pero uno; muchos, pero uno, siempre uno, en cualquier circunstancia y edad de la vida”, recalcó el Papa, quien subrayó que “si nos amamos así, sobre el fundamento de Cristo, que es «el Alfa y la Omega», «el principio y el fin», seremos un signo de paz para todos, en la sociedad y en el mundo”, y enfatizó que no hay que olvidar que “del seno de las familias nace el futuro de los pueblos”.

“Con el corazón lleno de gratitud y esperanza, a ustedes esposos les digo: el matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer: amor total, fiel y fecundo. Este amor, al hacerlos ‘una sola carne’, los capacita para dar vida, a imagen de Dios. Por tanto, los animo a que sean para sus hijos ejemplos de coherencia, comportándose como desean que ellos se comporten, educándolos en la libertad mediante la obediencia, buscando siempre su propio bien y los medios para acrecentarlo. Y ustedes, hijos, sean agradecidos con sus padres: decir ‘gracias’ por el don de la vida y por todo lo que con ella se nos da cada día es la primera forma de honrar al padre y a la madre. Por último, a ustedes, queridos abuelos y ancianos, les recomiendo que velen, con sabiduría y ternura, por quienes aman, con la humildad y paciencia que se aprenden con los años”, les dijo León XIV, quien resaltó que “en la familia, la fe se transmite junto con la vida, de generación en generación: se comparte como el pan de la mesa y los afectos del corazón”, y “esto la convierte en un lugar privilegiado para encontrar a Jesús, que nos ama y siempre quiere nuestro bien”.

“Y quisiera añadir una última cosa. La oración del Hijo de Dios, que nos infunde esperanza en el camino, también nos recuerda que un día seremos todos uno: una sola cosa en el único Salvador, abrazados por el amor eterno de Dios. No sólo nosotros, sino también los padres y las madres; los abuelos y abuelas; los hermanos, hermanas e hijos que ya nos han precedido en la luz de su Pascua eterna, y que hoy sentimos presentes, aquí, con nosotros, en este momento de fiesta”, concluyó el Papa.

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