El Papa: “Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”
(Ciudad del Vaticano, 7 Sept. 2025). “Contemplamos hoy a san Pier Giorgio Frassati y a san Carlo Acutis: un joven de principios del siglo XX y un adolescente de nuestros días, ambos enamorados de Jesús y dispuestos a dar todo por Él”, resaltó el Papa León XIV en su homilía durante la Santa Misa con el rito de canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, que presidió esta mañana en la Plaza de San Pedro.
“Pier Giorgio encontró al Señor por medio de la escuela y los grupos eclesiales —la Acción Católica, las Conferencias de San Vicente de Paúl, la F.U.C.I. (Federación Universitaria Católica Italiana), la Orden Tercera de Santo Domingo— y dio testimonio de ello a través de su alegría de vivir y de ser cristiano en la oración, en la amistad y en la caridad. Hasta el punto de que, a fuerza de verlo recorrer las calles de Turín con carritos repletos de ayuda para los pobres, sus amigos lo llamaban ‘Empresa de Transportes Frassati’”, recordó el Papa, quien subrayó que “también hoy, la vida de Pier Giorgio representa una luz para la espiritualidad laical”, pues “para él la fe no fue una devoción privada” e “impulsado por la fuerza del Evangelio y la pertenencia a asociaciones eclesiales, se comprometió generosamente en la sociedad, dio su contribución en la vida política, se desgastó con ardor al servicio de los pobres”.
“Carlo, por su parte, encontró a Jesús en su familia, gracias a sus padres, Andrea y Antonia —presentes hoy aquí con sus dos hermanos, Francesca y Michele— y después en la escuela, también él, y sobre todo en los sacramentos, celebrados en la comunidad parroquial. De ese modo, creció integrando naturalmente en sus jornadas de niño y de adolescente la oración, el deporte, el estudio y la caridad”, recordó León XIV, quien destacó que “incluso cuando los aquejó la enfermedad y esta fue deteriorando sus jóvenes vidas, ni siquiera eso los detuvo ni les impidió amar, ofrecerse a Dios, bendecirlo y pedirle por ellos y por todos”.
“Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”, recalcó el Papa.